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18 ou 14 carats : pourquoi votre bague de fiançailles n’est jamais en or 24 carats ?
9 may 20256 min de lectura

18 o 14 quilates: ¿por qué su anillo de compromiso nunca es de oro de 24 quilates?

Brillante, raro y resistente, el oro ha sido desde siempre un símbolo universal de belleza, poder y legado. Este metal precioso está en el corazón de la joyería, ya se trate de joyas cotidianas, alianzas o anillos de compromiso. Sin embargo, detrás de este brillo atemporal se esconden numerosas diferencias culturales: no todos los oros son iguales, y su composición —medida en quilates— varía considerablemente de un país a otro. Estos quilatajes reflejan tradiciones locales, pero también decisiones de aleaciones que influyen en el color, la resistencia y el simbolismo de la joya. Fiel a sus valores, AGUAdeORO solo trabaja con oro Fairtrade: un material precioso procedente de un abastecimiento ético, respetuoso con las comunidades mineras y el medioambiente.

El quilate: una medida universal

El término “quilate” (que no debe confundirse con el quilate de las piedras preciosas) designa la proporción de oro puro contenida en una aleación. La unidad de medida se basa en una división en 24 partes. Así:

  • 24 quilates: oro puro al 99,9 %
  • 22 quilates: 91,6 % de oro
  • 18 quilates: 75 % de oro
  • 14 quilates: 58,5 % de oro
  • 9 o 10 quilates: entre 37,5 % y 41,7 % de oro
Aleaciones: ¿por qué añadir otros metales?

Cuanto más puro es el oro, más blando resulta. Aunque el oro de 24 quilates deslumbra por su tono amarillo anaranjado profundo y su rareza, su gran maleabilidad lo hace inadecuado para el uso diario. Por ello, la alta joyería prefiere el oro de 18 quilates: un equilibrio sutil entre la nobleza del metal y la resistencia, obtenido mediante una aleación compuesta por un 75 % de oro puro y metales como plata, cobre, zinc o paladio. Estas aleaciones influyen no solo en la solidez de la joya, sino también en su color: amarillo solar, blanco luminoso o rojo cobrizo. Cada quilataje responde a tradiciones, sensibilidades y usos culturales específicos, ofreciendo a los creadores una paleta de matices y texturas para elaborar piezas únicas.

¿Por qué la pureza del oro se mide en 24 quilates?

La unidad utilizada para definir la pureza del oro, el quilate, tiene sus orígenes en tradiciones milenarias. Pero ¿por qué se mide la pureza del oro en una escala de 24 quilates?

La elección del número 24, base del quilate del oro, se remonta a la Antigüedad. En las civilizaciones mesopotámicas, indias y egipcias, los intercambios comerciales seguían sistemas numéricos no decimales, a menudo duodecimales (base 12) o sexagesimales (base 60). El número 24, múltiplo de 12, se impuso por su capacidad para dividirse fácilmente por 2, 3, 4, 6, 8 o 12, lo que permitía a los orfebres y comerciantes fraccionar con precisión las aleaciones de oro, mucho antes de la invención de la calculadora.

Así, cuando un anillo de compromiso es de oro de 18 quilates, significa que contiene un 75 % de oro puro (18/24), siendo el resto una aleación de metales como cobre, zinc o plata. Este tipo de aleación refuerza la resistencia de la joya y modifica sutilmente su color: oro amarillo, oro rosado u oro blanco. El oro puro, o de 24 quilates, aunque excepcional por su tono amarillo anaranjado, es demasiado maleable para el uso diario.

El sistema basado en los 24 quilates también perduró gracias a su vínculo con antiguos sistemas de peso, como la onza troy (utilizada para los metales preciosos), dividida en 480 granos, otra medida fácilmente fraccionable.

Hoy en día, esta tradición perdura en la joyería contemporánea. En AGUAdeORO, cada joya, ya sea una alianza o un anillo de compromiso, está elaborada en oro de 18 quilates certificado Fairtrade, un oro ético extraído con respeto hacia las personas y la naturaleza. El quilataje se convierte así en mucho más que un índice de pureza: es el reflejo de un saber hacer ancestral unido a un compromiso responsable y sostenible.

El oro en el mundo

Las preferencias en materia de quilates varían según las regiones del mundo, influidas por la historia, las tradiciones y los usos cotidianos.

El oro de 18 quilates: un equilibrio perfecto para la alta joyería europea

Referencia esencial en la joyería de lujo, el oro de 18 quilates está compuesto por un 75 % de oro puro, combinado con otros metales preciosos para reforzar su solidez. Este quilataje se utiliza ampliamente en Europa para la creación de joyas de alta gama, especialmente anillos de compromiso, alianzas y piezas excepcionales. Su brillo equilibrado, su resistencia y su excelente durabilidad lo convierten en una aleación muy apreciada por las casas de joyería que buscan combinar estética y durabilidad.

Oro de 22 y 24 quilates: el prestigio de las tradiciones orientales y ceremoniales

En las culturas asiáticas y de Oriente Medio, el oro de 22 o 24 quilates, de pureza excepcional, es preferido por su tono amarillo profundo y su simbolismo sagrado. Este oro casi puro se reserva a menudo para adornos de boda, collares ceremoniales y pulseras patrimoniales. En India, China o los países del Golfo, regalar oro de 24 quilates en una boda o nacimiento es un gesto altamente simbólico, garantía de prosperidad y arraigo cultural. Aunque este tipo de oro es más maleable, sigue siendo uno de los más buscados para las joyas nupciales tradicionales.

Oro de 14 y 10 quilates: joyas cotidianas, duraderas y accesibles

Menos nobles pero muy comunes en países anglosajones como Estados Unidos o Canadá, el oro de 14 quilates (58,5 % de oro puro) y el de 10 quilates (41,7 %) atraen por su resistencia y su precio más accesible. Estas aleaciones se eligen a menudo para joyas de uso diario: anillos, collares o pendientes. Su resistencia al desgaste las convierte en aliadas prácticas para un estilo de vida activo. Aunque son menos frecuentes en la alta joyería, estos quilatajes ofrecen una alternativa interesante para quienes buscan piezas duraderas sin renunciar al diseño.

Pendientes jhumkas de oro de 22 quilates, tradicionales en bodas indias.

Jhumkas en oro de 22 quilates, imprescindibles en bodas y grandes celebraciones de ciertas culturas indias. Una joya emblemática que une tradición y brillo. (Foto de v. govindaraj raj en Unsplash)

El punzón: la firma del oro

En los países europeos, y particularmente en Suiza, el punzonado es una garantía legal y estética. Permite autentificar el metal precioso, su pureza y su origen. Generalmente, en una joya se pueden observar dos punzones:

- El punzón de título, que indica la proporción de oro.

- El punzón de maestro o de marca, propio del taller o de la Maison.

En AGUAdeORO, cada creación lleva con orgullo el punzón 750, que certifica su composición en oro de 18 quilates, así como nuestro punzón exclusivo AGUAdeORO, símbolo de autenticidad, ética y artesanía suiza.

Anillo Fairy-Tale Blossom en oro amarillo de 18 quilates con punzones AGUAdeORO y Fairtrade.

Anillo Fairy-Tale Blossom en oro amarillo de 18 quilates con sus punzones AGUAdeORO y Fairtrade. En su centro, un zafiro rosa de laboratorio talla brillante redonda rodeado por un halo de diamantes de laboratorio.

Curiosidades sobre el oro
  1. Antiguo Egipto: los orígenes del “patrón oro”
    Desde el 2600 a. C., los egipcios destacaban en el arte de la orfebrería. Llamaban al oro “nub”, dando nombre a Nubia, región aurífera por excelencia. Los faraones eran enterrados con amuletos de oro de 24 quilates, símbolo de eternidad.
  2. India, cuna del sistema de los 24 quilates
    La división del oro puro en 24 partes tiene su origen en la antigua India. Textos sánscritos ya mencionaban esta forma de medir la pureza, que luego se difundió hacia Occidente por las rutas comerciales.
  3. Roma y el aureus: la moneda imperial de oro
    Bajo Julio César, el Imperio romano acuñó el aureus, una moneda de oro puro de casi 8 gramos. Símbolo de poder y estabilidad, marcó profundamente la historia monetaria europea.
  4. Los alquimistas medievales y la búsqueda del oro perfecto
    En la Edad Media, los alquimistas intentaron transformar metales comunes en oro de 24 quilates mediante la legendaria Piedra Filosofal. Una búsqueda infructuosa, pero origen de grandes avances en química.
  5. Semillas para pesar el oro: el origen botánico del quilate
    En los mercados antiguos, las semillas del algarrobo (Ceratonia siliqua) eran célebres por su peso constante. Servían como referencia para pesar el oro, dando origen al término “quilate”.
  6. El oro, metal divino de las civilizaciones antiguas
    Entre incas, aztecas y mesopotámicos, el oro no era solo un metal precioso: simbolizaba lo divino. Llamado “el sudor del sol”, representaba la fuerza celestial y la cercanía de los dioses.
  7. El anillo de compromiso de Napoleón: la fuerza del símbolo
    Napoleón regaló a Josefina un simple anillo de oro, sin piedra preciosa. Hoy, esa joya vale más por su carga histórica que por su peso en quilates.
  8. Las fiebres del oro: cuando el mundo corrió tras la riqueza
    La fiebre del oro dio forma a naciones enteras: desde California (1848) hasta Australia (1851), la atracción por este metal precioso transformó la economía, las migraciones y la historia de la humanidad.

AGUAdeORO es una joyería fundada en 2009, presente en Ginebra y Zúrich. Ofrece a sus clientes la oportunidad de adquirir piezas de joyería ética fabricadas en Suiza. Nuestra misión es ofrecer joyas que unan desarrollo sostenible y elegancia.

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