Además, la minería de diamantes destruye vastas áreas de recursos terrestres naturales, con impactos a largo plazo y de gran escala en el medio ambiente. Esto invade los hábitats naturales de los animales, disminuyendo las poblaciones de vida silvestre.
La minería de diamantes también genera gases de efecto invernadero que contribuyen significativamente al cambio climático y a la contaminación del aire y del agua, cambiando para siempre las condiciones de vida de humanos, animales y plantas.
Sin embargo, ¿Sabías que existe una solución más viable y respetuosa con el medio ambiente?
Los diamantes llamados “cultivados”, “sintéticos” o de laboratorio son 100% idénticos química, física y ópticamente a los diamantes de extracción. Sin embargo, el mito de su falta de autenticidad aún persiste en la sociedad hasta el día de hoy. Es entonces, nuestro deber, como joyería ética, concienciar sobre este tema. De hecho, son verdaderos diamantes. Su única diferencia con los diamantes extraídos radica en su proceso de fabricación. De hecho, debido a esto último, los diamantes cultivados no generan ninguno de los riesgos sociales y ambientales producidos por los diamantes extraídos. Su creación también induce a un nivel mucho menor de contaminación. Así, el uso de esta alternativa permite un mayor respeto por la naturaleza y la sociedad.
En el Taller de AGUAdeORO, nuestras piezas de joyería están hechas de diamantes cultivados en laboratorio y oro de comercio Justo certificado oficialmente por Max Havelaar. Esto permite un menor impacto ecológico y ninguna consecuencia social para la producción de todas nuestras piezas de joyería. Estamos orgullosos de ser uno de los únicos joyeros suizos que fomenta el cambio.